Visual Merchandising: diseño de escaparates

El primer contacto con el cliente es el diseño de escaparates, es el reflejo del alma de una tienda. Es el vector de credibilidad, el escaparate debe afirmar tu identidad y atraer al cliente despertando emoción.

El escaparate es el primer contacto del cliente con el punto de venta. Él debe hacer que las personas se detengan y empujen la puerta para entrar. De hecho, es el primer creador de deseo y el primer punto de anclaje para la mirada. Por lo tanto, el escaparate debe provocar inevitablemente emoción para ayudar a atraer al cliente.

El diseño de escaparates tiene un doble papel

Di quién soy y qué hago

La narración de la «identidad» del escaparate es un fuerte elemento conceptual. Parte de las vitrinas de un punto de venta debe reflejar la personalidad de la marca y transmitir un mensaje que lo diferencie claramente de su entorno.

Esta identidad puede ser expresada por un producto, un visual o una visión del interior de la tienda si su arquitectura es muy distintiva.

La reflexión sobre este mensaje duradero es estratégica, es una fuerte campaña de medios tradicionales que llega al 100% de los posibles presentadores que, en la escala de una ciudad, es equivalente a muchos anuncios publicitarios o en televisión.

En un escaparate, se explica sutilmente el negocio de la marca, su valor agregado, sus gamas de productos o servicios, su «tono», su «universo de expresión». Sin embargo, se evita la acumulación de mensajes ilegibles.

Mostrar noticias deseables

El segundo papel del escaparate es la creación de impulso, gracias a las noticias deseables. Esta oferta de temporada, nueva o en promoción, a veces transmitida por otros medios, debería invitar al transeúnte a participar, afirmando su carácter efímero y excepcional.

Un poco de historia sobre el escaparate

A principios del siglo XIX, en la ciudad de Madrid, había pocas tiendas y la mayoría eran pequeñas empresas familiares que atraían la atención de sus clientes potenciales al exhibir algunos de sus productos en el exterior con pequeñas vitrinas y vallas publicitarias anunciando lo que se vendía en el interior.

Los primeros escaparates tal y como los conocemos se remontan al siglo XIX con el nacimiento de los grandes almacenes. Au Bon Marché en París; Harrod’s en Londres; y los americanos Sears y Macy’s fueron los primeros grandes almacenes en inventar este nuevo concepto de exhibición de productos.

Varios hechos históricos contribuyen al aspecto de la vitrina tal como la conocemos. Principalmente son: el auge de la alta costura, la introducción de tallas estándar y la democratización de la moda entre las clases medias.

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